Sí, el objetivo ahora para los malditamente ricos es seguir comprando todo y duplicar, triplicar, cuadruplicar los precios de todo, desde la vivienda hasta la comida. Y nuestros malditos políticos (ambos partidos) están más que dispuestos a ayudar, ya que lo único que les importa es ayudar a que los malditamente ricos se vuelvan aún más ricos. No solo Trump, sino todo nuestro gobierno sigue negándose a gravar plenamente a las corporaciones y a los ricos, por lo que en su lugar siguen tomando prestado, elevando la deuda nacional hasta las nubes y devaluando el dólar. Y los aranceles son otra forma de gravar al pueblo mientras se mantienen bajos los impuestos para los ricos y las corporaciones. Y casi todos los políticos estadounidenses dicen que aman tanto a los ricos que preferirían agarrar a Jesucristo del cabello, arrancarle la cabeza y cagarle por el cuello antes que gravar a las corporaciones y a los ricos como se hacía hace muchos años para ayudar a pagar los gastos del gobierno.