En Francia, el gobierno ha estado reduciendo muchos programas sociales y gastando mucho más en el ejército. Su gobierno quiere parecerse más a Estados Unidos, donde el gobierno ignora a la clase trabajadora, transfiere toda la riqueza a los ultrarricos y carga con impuestos excesivos a la clase trabajadora para financiar al ejército. En Francia tienen atención médica gratuita, escuela gratuita y todos los empleados obtienen cinco semanas de vacaciones desde el primer año. Además, una seguridad social completa a los 64 años (antes era a los 62 hasta 2023). El presidente Macron quiere cambiar todo eso para hacerlo más parecido a Estados Unidos y eliminar la clase media, tal como están haciendo aquí. Pero la gente allá no está dispuesta a aceptar esa basura. Están protestando y planean forzar un cierre del gobierno en septiembre mediante desobediencia civil. Quieren que el presidente Emmanuel Macron renuncie debido al caos político que ha causado, a las elecciones anticipadas y a los recortes en servicios públicos y la transferencia de miles de millones al ejército. Pero aquí en Estados Unidos, cuando nuestro gobierno, ahora gobernado por el rey Trump, comienza a eliminar servicios sociales y transfiere billones a los ultrarricos y otros 150 mil millones más este año al ejército, los estadounidenses simplemente se bajan los pantalones, se inclinan y dejan que Trump y el gobierno los violen por detrás y/o les caguen en la cara. Triste y patético.