Categorías
···
Entrar / Registro
Reclamada por el Alfa Maldito | Novela Web de Hombres Lobo, Buena Novela, Rey Alfa x Omega64775476880258120
$0.99
Favoritos
Compartir

Reclamada por el Alfa Maldito | Novela Web de Hombres Lobo, Buena Novela, Rey Alfa x Omega

addressLos Angeles

Parte del contenido se ha traducido automáticamenteVer original
Descripción

Sinopsis Llaman al Rey Alfa una pesadilla hecha carne: demasiado poderoso, demasiado despiadado, demasiado maldito para tocarlo. Cada mujer llevada a su lecho ha pagado con su vida. Así que cuando mi manada me entregó, supe exactamente lo que significaba. Yo era la omega no deseada. La prescindible. El sacrificio del que nadie echaría de menos. Una noche con él debía borrar mi existencia. En cambio, destrozó todo lo que creía ser. Ahora anhelo al hombre que nunca pide, solo reclama. Su presencia quema. Su voz doblega mi voluntad. Sus manos dejan ruina a su paso. Debería huir, pero no lo hago. Regreso una y otra vez, anhelando la destrucción que él promete. Pero el Rey Alfa no ama. No forma vínculos. Conquista. Toma lo que es suyo y desaparece sin mirar atrás. Mala suerte para él. Porque ya no soy la chica rota que mi manada desechó. Soy algo mucho más peligroso: la única mujer capaz de poner fin a su maldición… o de derribar todo su reinado. ---------- Capítulo 1: La que arrojaron lejos Aprendí temprano que era prescindible. En nuestra manada, la fuerza era moneda de cambio, y yo no tenía ninguna. Ninguna garra afilada, ningún lobo impresionante, ninguna ascendencia poderosa que alguien deseara reclamar. Solo la marca en mi cuello que me etiquetaba como omega, pronunciada como un insulto, susurrada como una maldición. Ni siquiera se molestaban en bajar la voz. «Es inútil.» «Apenas logra transformarse.» «¿Por qué sigue aquí?» ...... Las risas me seguían dondequiera que iba. Y también las manos: empujando, agarrando, recordándome mi lugar. Aprendí a mantener los ojos bajos, la boca cerrada y mi dolor en silencio. No porque no doliera, sino porque a nadie le importaba cuando lo hacía. Cuando los ancianos anunciaron la ofrenda, ya lo sabía antes de que pronunciaran mi nombre. Cada varias generaciones, nuestra manada pagaba un precio para mantener alejado al Rey Alfa. Una omega. Una vida. Un sacrificio al gobernante maldito que mataba a toda mujer llevada ante él. No me miraron cuando se tomó la decisión. No hacía falta. Esa noche, me arrebataron mi nombre y me vistieron de blanco. Limpio. Puro. Presentable para la muerte. «Deberías estar agradecida», dijo uno de ellos mientras me ataban la cinta en las muñecas. «Al menos servirás para algo, una vez.» Miré mi reflejo en un metal pulido: piel amoratada, ojos hundidos, una chica de la que nadie echaría de menos. Pero algo se endureció en mi pecho. Pensaron que iría en silencio. Pensaron que me rompería. No rogué para ser salvada. Me hice una promesa mucho más peligrosa. Sobreviviré. ---------- Capítulo 2: La ofrenda camina voluntariamente La tierra más allá de nuestras fronteras se sentía equivocada. Los árboles eran más altos, más oscuros, como si hasta la naturaleza se inclinara ante el poder que gobernaba aquí. Cada paso adelante apretaba la soga invisible alrededor de mi destino, pero no dejé de caminar. El miedo ya no servía. El Rey Alfa esperaba en las puertas de su fortaleza. Era aún más grande que en las historias, tallado en sombra y músculo; su sola presencia aplastaba el aire de mis pulmones. Sus ojos se clavaron en mí con una fría certeza que hizo tambalear mis rodillas. Me negué. En cambio, levanté la barbilla. «Así que», dijo, con una voz profunda e implacable, «han enviado a otra.» «Sí», respondí. Su mirada se volvió más penetrante. «¿Sabes lo que les sucede a las mujeres que vienen aquí?» «Lo sé», dije. «No regresan.» Un silencio se extendió entre nosotros. «No hueles a esperanza», observó. «Hueles a desafío.» Por primera vez, algo destelló en su expresión: ¿interés, tal vez? ¿O irritación? «Te ofrecieron para poner fin a mi maldición», continuó. «¿Crees que eres especial?» «No», respondí con sinceridad. «Creo que soy terca.» Un sonido grave escapó de él, casi una risa. «Entra», dijo el Rey Alfa, dándose la vuelta. «Veremos cuánto dura eso.» Las puertas se cerraron tras de mí con un eco final y atronador. Pensaron que me habían enviado aquí a morir. Se equivocaron. Me enviaron aquí para convertirme en algo que deberían haber temido. Compra este artículo para leer la historia COMPLETA: https://shop.ok.com/products/claimed-by-the-cursed-alpha?utm_source=copyToPasteBoard&utm_medium=product-links&utm_content=web


Ubicación
Los Angeles
Mostrar mapa

Mima_WebnovelWriter
4artículos

También le puede interesar

Cookie
Configuración de cookies
Nuestras aplicaciones
Download
Descargar en
APP Store
Download
Consíguelo en
Google Play
© 2025 Servanan International Pte. Ltd.