Alrededor de las 11 a.m. del sábado, 9 de agosto, íbamos conduciendo hacia el sur por Coleman Ave sobre la I-880 y vimos un perro pequeño, desaliñado y de pelo rubio trotando por la acera. Me bajé y la recogí. Es muy amigable, sin collar ni microchip (verificado en la Sociedad Humanitaria de Milpitas). Está terriblemente delgada y tiene mucho pelo enmarañado. Envíe un correo electrónico si es suyo.