Jax ha sobrevivido a un pasado difícil y de abandono, pero su espíritu sigue siendo dulce y lleno de amor. Pude rescatarlo de una situación de acaparamiento en la que no recibió el cuidado que merecía. A pesar de todo, Jax saluda a la vida con dulzura y afecto. Ya está castrado y listo para su hogar definitivo. Desearía poder darle la estabilidad que merece, pero con mis dos perros, un gato y otras responsabilidades, no puedo brindarle la atención que necesita. Jax está listo para alguien que le muestre cómo se siente un hogar seguro y amoroso. Si has estado pensando en agregar un pit bull a tu familia, por favor considera a Jax. Está ansioso por entregar su corazón a la persona adecuada y será un compañero leal y agradecido.